jueves, 29 de noviembre de 2012

El comienzo


Al siguiente día de contarnos nuestros “secretos” nos reencontramos después de mil vueltas como si nada hubiese pasado. Pero no era así, lo sabíamos bien. 
Nuestras mentes lo recordaban y se daba cuenta de ello, al ver nuestros ojos destellar al mirarnos y en nuestras picaras sonrisas también se hacían notar. El resto no entendía que pasaba, y no había necesidad de ello.
Hubo una conexión distinta a la normal, que marcaría el principio de algo, no se si bueno o malo, solo un comienzo. 
Los días continuaban y cada vez era mejor… ¿sería mejor?

lunes, 22 de octubre de 2012

En el lugar ideal


Necesitaba un respiro, era miércoles y cursar 6 horas seguidas no me hacía bien. El aire se hacia cada vez mas denso, se notaba que estaba llegando la primavera, el calor agobiaba. Costaba terriblemente prestar atención a lo que explicaba la profesora. Decidí salir para recuperar energías, tome mi atado de puchos, mi celular y comencé a subir las extensas escaleras del Aula Anfiteatrada. Salí y me dirigí hacia el ascensor, pero debido a la intensa muchedumbre, desistí y fui por las delgadas escaleras que se encontraban a mi derecha. Seguí mi camino con interrupciones provocadas por la gente que se le había ocurrido transitar ese espacio en el mismo momento que yo.
Subí hasta donde casi podía tocar el cielo con las manos, y la vi, ahí estaba, tan linda y despreocupada como siempre. El calor era intenso, el sol pegaba como nunca antes y una gota atrevida de sudor bajo desde su cien hasta que se perdió en su remera, mis ojos acompañaron ese trayecto sin invitación alguna. 
Mi corazón estaba saltando por verla, sin embargo mi cara no transmitió eso, el seño se me frunció instantáneamente.
- ¿Qué haces acá?- dije de mala forma.
- Tranquilizate, cambia esa cara. ¿Qué te pasa?- me dijo con una pequeña mueca en su rostro, como queriendo gesticular una sonrisa.
- ¡Vos me pasas! Ya lo sabes- dije con rapidez, sin premeditarlo. Luego me iba a arrepentir, como me ocurría habitualmente, pero ya no podía volver el tiempo atrás.
Y sí, últimamente era algo cotidiano en mí, decir cosas sin pensar. Ella no reaccionó, no dijo nada, nunca decía nada, solo se reía y eso me molestaba.
Di media vuelta y me alejé de esa situación bochornosa que había hecho sonrojar mis mejillas. Ella me siguió. Cuando estaba a punto de alejarme completamente, me agarro del brazo, yo no quería saber nada, en el intento de escapar, tropezamos, y caímos. Nuestros cuerpos quedaron pegados, como nunca antes nos miramos fijamente, por momentos mis ojos se posicionaban en su boca y volvían luego a sus ojos, así estuvimos por varios minutos. Sabia que eso me haría mal, pero no me importaba.
Se apretó más contra mí y enloquecí. Me beso. La bese. Nos besamos. Nuestras manos se movían al compas de nuestras bocas. En un momento parecía que había miles de ellas, estaban por doquier.
Era lo que quería, pero... ¿Era lo que ella quería? No podía estar pensando eso en ese momento, pero sí, lo hacia. Me odié por un instante, hasta que logré desconectarme y volver a concentrarme en ella. 
Oímos un ruido y volvimos a la compostura notablemente, aunque nuestros pelos alborotados daban cuenta de lo que había estado sucediendo. Nuestros labios se separaron, aunque con esfuerzo y sus ojos negros penetraron los míos con intensidad.
- Esto no...esta...bien. - dijo con poco aire a su disposición.
-No...brruines...el momento - le dije tratando de recuperar el aire que me había robado.
- Sabes que siemp- no se que habría querido decir. No tenia ganas de escucharla y la callé de un beso.
Eso la sorprendió, me miro y sonrió mientas agachaba su cabeza para que no notase el rubor que había surgido en su rostro.
- Tengo que ir a cursar, después nos vemos- dijo, mientras se despedía dándome un beso en la mejilla.
Me acomodé contra la pared y me quedé un rato tratando de organizar las ideas. Todo era nuevo pero me gustaba, la situación y obviamente, ella también. Los pensamientos daban millones de vueltas por mi cabeza. Era el principio de algo, solo tenía que esperar y dejar que las cosas fluyan.

Trabajo Práctico, Taller de Comprensión y Producción de Textos I - 2012 FPyCS, UNLP

jueves, 6 de septiembre de 2012

Sueño eterno


- Que te vaya bien, mi amor. Nos veremos en tu regreso — me dijo Elisabeth con su voz suave y tranquilizadora, mientras sus manos rozaban las mías.
       Nuestros dedos se iban despegando poco a poco, tratando de hacer el momento eterno. Ella estaba sonriente, y con un brillo característico en los ojos.
       Hice lo posible por disimular el desánimo pero el nudo en la garganta ya no podía contenerse. Debía ser fuerte, por ella, por mi familia, y por todos mis compañeros que esperaban todo de mí. Sabía que se venían meses difíciles, en los cuales iba a pasar de todo…Desde hambre hasta noches enteras sin dormir, desde días con un sol que raja la tierra hasta el recorrido de lugares inhóspitos antes vistos. Pero había nacido y sido criado para eso, si tenía que morir por mi país, lo iba a hacer. Lo último que vi al subir al navío que nos iba a llevar a destino fue las calles repleta de gente de todas las edades, y un centenar de mujeres que habían venido a despedir a sus esposos.
       Al despertar, una luz blanca estaba sobre mí. Trataba de vislumbrar algo alrededor pero me era imposible. Mis ojos se enceguecieron como si no se hubieran abierto en semanas, todo era confusión. Como un torbellino las ideas daban vueltas en mi cabeza, intentando hilar alguna respuesta, pero todo era en vano. Volví a intentar dormir, no se si pasaron minutos, horas o tal ves semanas cuando me volví a despertar, e imágenes estremecedoras empezaron a aparecer en mi cabeza, cuerpos mutilados esparcidos por doquier, barro teñido de un rojo intenso. Ya la luz no era tan intensa y los recuerdos se hacían cada ves más presentes. Cuando giré mi cabeza para tratar de que apaciguara apareció una sombra que se habría paso entre objetos que estaban a mi alrededor, sentí como un aguijón que se clavaba en mi brazo, quedé inmóvil por varios minutos, y caí en un sueño eterno.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Cansada de luchar

Ojalá pudieras entender todo lo que siento. 
Presiento que a mis palabras se las lleva el viento.  
Actúas como si nada estuviera pasando, 
y sigo en la deriva como si recién hubiera comenzado. 
No se como ser, solo te trato de comprender. 
No se como actuar, solo te trato de respetar. 
Por momentos me olvido, y estoy en paz. 
Por otros lloro, y no puedo más. 
Cansada de luchar por lo inalcanzable. 
Me quiero ir de viaje. 
No encuentro la forma de que quede en mi olvido, 
ayudame te lo pido.

viernes, 17 de agosto de 2012

Loca e inestable

Extraño lo que fuimos y lamento lo que no somos, por dejar pasar el tiempo y no decirlo todo. Sigo dando vueltas en las madrugadas, tratando de pensar en lo que será del mañana. Tengo que terminar de querer descifrar lo que sucederá, solo el tiempo lo dirá. Mis sentimientos están como estos días de agosto, inestables y muy locos. Mi sistema inconciente usó el mecanismo de la represión, y me sacó todo el valor. No tengo nada para ofrecerte, solo el hoy para empezar mañana con suerte. Sigo aquí quieta y sin chistar, esperando las respuestas que me traigan paz. 

sábado, 28 de julio de 2012

You drive me crazy


Tengo ganas de gritar, me quiero desahogar.
Lo necesito porque me asfixio
y no puedo con este desquicio.
Me vuelvo loca. Crazy, you drive me crazy.
Ideas que van y vienen y no se detienen.
No paran, me hace mal. Quiero despertar.
Mirada que me provoca escalofríos,
al cruzarse tus ojos con los míos.
Sonrisa que me estremece, y no puedo moverme.
Gestos que no comprendo, gestos que no entiendo.
Gestos que me confunden, ojala no perduren.
Puede ser mi cabeza que maquina,
o vos estarás perdida.
Mi cabeza  no deja de dar vueltas,
no quiero esto, quiero respuestas.

viernes, 27 de julio de 2012

Siempre en estado pensante


Mis sentimientos quieren salir de mi boca,
pero mi cabeza piensa que estoy loca.
Siempre en estado pensante,
nunca voy a declararme.
Apareces en mis sueños y a veces en mi mente,
¿cuándo dejare de estar demente?.
Día a día rompes mis esquemas,
tanto que no me alcanzan las letras.
No me alcanzan para expresar lo que siento,
porque no se lo que tengo dentro.
Ni en mi cabeza, ni en mi corazón,
pero mi subconsciente aclama por vos.

lunes, 16 de julio de 2012

Cóctel


Confusión. Extremos opuestos que me atraen. Estaba tranquila y “me interrumpieron”, me corrompieron. Los pensamientos dan vueltas e intentan entremezclarse para lograr algo coherente, pero no hay caso. Las ideas no paran de surgir, todo es nuevo. Me gusta, pero a la vez tiemblo. Me gustas, me gustan. Me atormenta pensar que no se que va a pasar. Me da miedo no poder controlar el futuro, no quiero que tampoco vos lo controles, pero las cosas se me van de las manos. Pero dejame ser, dejate ser, dejate llevar. No se que sucederá. No se que quiero. Solo se que, espero, te espero. 

domingo, 8 de julio de 2012

Utopía


Confusión extrema que me mata,
será hoy o será mañana.
Nadie va a entender este sentimiento,
ni siquiera vos sabes lo que siento dentro.
No se que me sucede, no se que te sucede,
esa en la duda que acontece.

Repiqueteas simulando un tambor,
así es como esta mi corazón.
Ese tonto e inocente corazón,
el cual quiere tener razón.
Pero la cabeza es sabia
y se da cuenta de lo que pasa.

Estas en otra, sin darte cuenta de mi existencia.
Quiero volar, volar a otro planeta.
Ir lejos y no volver, del mundo del revés.
Donde nos unamos como nunca, una vez.
Hacer el momento eterno, solo eso quiero.

sábado, 30 de junio de 2012

29 de junio

Extraño día que contó con un abanico de emociones, que voy a tardar semanas en procesar. Situaciones confusas, miradas, roses, no se si mi cabeza lo invento, o todo ocurrió.
Ya no me es extraño, que mi mente le juegue malas pasadas al corazón. Como un torbellino las ideas dan vueltas en mi cabeza, intentando hilar alguna respuesta.
El tiempo pasa, y sigo estancada en lo mismo, no creo tener el coraje de hablarte ni dejar esto en el olvido.
Estabas feliz, sonriendo, como en un final de cuento. Estabas en otra, con otra. Miraba la escena, y se hacía cada vez más cercana tu ausencia.
Te miro y no me miras, te toco y no hay conexión, pero no se apaga mi ilusión. Aunque tal vez no sepa manejar la situación. Pero ahora lo que quiero, es estar vos.